Tuve la suerte de compartir mi trabajo anterior con Cristian F. un desarrollador mexicano, con quien estaba unido por el amor a la comida, yo admirador y amante de la cocina de su patria, él, siempre generoso cada vez que le llegaban tesoros de sus tierras me los compartía, yo a su vez le convidaba de mis almuerzos cuando llevaba algo especial. Una vez me regaló unas tortillas de maíz artesanales hechas por una vieja de su antiguo barrio en Mexico, otra vez chiles morita y de arbol, que aún conservo sus semillas con la esperanza de plantarlas en tierra mía.
Muchas veces guardo cosas que les tengo cariño o que quiero usar en un a ocasión especial por tanto tiempo, que sin querer dejo que se pongan feas. Por suerte el regalo de Cristian mejor guardado no vence con el tiempo: un medallon de cacao puro artesanal que le trajeron se sus pagos que decidí usar para darle un toque especial a este sencillo y rico postre que les comparto hoy cuya receta es adaptación de Doña Petrona.
Como si fuera poco, esta vez tuve ayudantes de lujo:
Ingredientes
- 36 vainillas aproximadamente
- 500g de queso mascarpone (podes utilizar Finlandia o similar si no conseguis)
- Una taza de café
- 3 yemas
- 1/2 taza de ázucar
- 1/2taza de cacao en polvo
- 250cm3 crema
- Una cucharada de gelatina sin sabor
- Una medida de ron
Preparación
Reserva parte del cacao para espolvorear sobre el postre al final. Mezclá el queso con las 2 yemas, el azúcar, la gelatina, el ron y el resto del cacao. Por otro lado, serví el café en un plato ondo y mojá las vainillas hasta la mitad y colocalas en una fuente armando una capa y cubrí con la mezcla de queso. Repetí el procedimiento hasta tener 3 capas de vainillas húmedas y 3 de queso.
Para finalizar espolvoreá el cacao que habías guardado y mandá a la heladera para servirlo bien frío.
Hace años soy oyente y evangelizador de
Gente Sexy, el programa radial conducido por
Clemente Cancela y sus secuaces. Hay muchisimas cuestiones generacionales, culturales, ideológicas y etcéteras y lo que se les ocurra que me hacen sentirme cercano a sus participantes, gente copada con la que quiero compartir un vino y una picada y hablar boludeses. Si, las cosas que uno hace con amigos.
Toda esta introducción viene de preámbulo a la playlist de jazz que hoy les comparto, pensada especialmente por el genio de
Julián Díaz para escuchar mientras se cocina y en mi cocina nunca falta buena música
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